Las cosas grandes perduran
en la mente y en la historia.
Las buenas, cien años duran
y otros más en la memoria.
Como un gigante abatido
en sangrienta cacería,
han sonado los soplidos
del Dos A en su agonía.
No meterá ya más ruido,
se acabo el contaminar.
Ya el horno se nos ha ido
y con él, hasta el cantar.
¡Que ganas tengo compadre
de que la paren entera!
Han dicho muchos cobardes
y las gentes sin sesera.
Ya habrán quedado tranquilos,
ya colgaran bien la ropa.
Ya se rompieron los hilos
que nos hacían ser Europa.
Cuando los jóvenes crezcan
y vean verdes los jardines,
con geranios y jazmines,
les diremos el cantar.
¡Y aquí!, sobre este solar
hubo un horno con solera,
que tuvo entierro de Zar
y dio vida a Euskadi entera.
Miguel Moreno Martín
5-7-1996
Miguel 17-11-2015 12:30
Gracias por ponerla. Para mi es preciosa y tiene mucho sentimiento.un saludo.
admin 03-05-2016 09:54
Muchas gracias Miguel por compartir con nosotras tu poesía. Para el proyecto son grandes aportaciones.